viernes, 23 de noviembre de 2018

ASMA 


Es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen. Esto hace que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.
Bronquiolo normal vs. bronquiolo asmático

Causas

El asma es causada por una inflamación (hinchazón) de las vías respiratorias. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y su revestimiento se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar por estas.
En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.
Factores desencadenantes comunes del asma
Los desencadenantes comunes del asma incluyen:
  • Animales (caspa o pelaje de mascotas)
  • Ácaros del polvo
  • Ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico o aspirin y otros AINE)
  • Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)
  • Químicos en el aire o en los alimentos
  • Ejercicio
  • Moho
  • Polen
  • Infecciones respiratorias, como el resfriado común
  • Emociones fuertes (estrés)
  • Humo del tabaco
Las sustancias que se encuentran en algunos lugares de trabajo también pueden desencadenar los síntomas de asma, lo que lleva al asma ocupacional. Los desencadenantes más comunes son el polvo de la madera, el polvo de los granos, la caspa animal, los hongos o los químicos.
Muchas personas con asma tienen antecedentes personales o familiares de alergias, como la fiebre del heno (rinitis alérgica) o eccema. Otros no tienen tales antecedentes.

Síntomas

La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos. Algunas personas tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de la falta de aliento. Las sibilancias o una tos puede ser el síntoma principal.
Los ataques de asma pueden durar de minutos a días. Se pueden volver peligrosos si se restringe el flujo de aire de manera importante.
Los síntomas del asma incluyen:
Los síntomas de emergencia que necesitan atención médica oportuna incluyen:
Otros síntomas que pueden ocurrir:
  • Patrón de respiración anormal -- en el cual la exhalación se demora más del doble que la inspiración
  • Paro respiratorio transitorio
  • Dolor torácico
  • Opresión en el pecho

Pruebas y exámenes

El proveedor de atención médica utilizará un estetoscopio para auscultar los pulmones. Se pueden escuchar sibilancias u otros sonidos relacionados con el asma.
Los exámenes que se pueden ordenar incluyen:

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento son: 
Usted y su médico deben colaborar en equipo para manejar el asma. Siga las instrucciones del médico con respecto a tomar los medicamentos, eliminar los desencadenantes del asma y vigilar los síntomas.
MEDICAMENTOS PARA EL ASMA
Existen dos clases de medicamentos para el tratamiento del asma:
  • Medicamentos de control para ayudar a prevenir ataques
  • Medicamentos de alivio rápido (rescate) para uso durante los ataques
También se denominan medicamentos de mantenimiento o de control. Se utilizan para prevenir los síntomas en personas con asma de moderada a grave. Usted debe tomarlos todos los días para que hagan efecto. Tómelos incluso cuando se sienta bien.
Algunos de estos medicamentos se inhalan como los esteroides y los beta-agonistas de acción prolongada. Otros se toman por la boca (vía oral). El médico le recetará el medicamento apropiado.
También se denominan medicamentos de rescate. Ellos se toman:
  • Cuando está tosiendo, jadeando, teniendo problemas para respirar o experimentando un ataque de asma
  • Justo antes de hacer ejercicio para ayudar a prevenir síntomas de asma que son causados por esta actividad
Coméntele al médico si usted está usando medicamentos de alivio rápido dos veces por semana o más. Si este es el caso, es posible que el asma no esté controlada y que su médico necesite cambiar la dosis diaria de los medicamentos de control.
Los medicamentos de alivio rápido incluyen:
  • Broncodilatadores de acción corta (inhaladores)
  • Esteroides orales (corticoesteroides) cuando tenga un ataque de asma que no se alivie
Un ataque de asma grave requiere un chequeo médico. Usted también puede necesitar hospitalización. Allí probablemente le administrarán oxígeno, asistencia respiratoria y medicamentos intravenosos (IV).
CUIDADO DEL ASMA EN CASA
Los planes de acción para el asma son documentos escritos para manejar esta enfermedad. Un plan de acción para esta enfermedad debe incluir:
  • Instrucciones para tomar medicamentos cuando esté estable
  • Una lista de desencadenantes del asma y cómo evitarlos
  • Cómo reconocer cuando el asma está empeorando y cuándo llamar a su proveedor
Un espirómetro es un dispositivo simple para medir qué tan rápidamente puede usted sacar el aire de los pulmones.
  • Lo puede ayudar a saber si se aproxima un ataque, algunas veces, incluso antes de que aparezca cualquier síntoma. Las mediciones de flujo máximo pueden ayudar a mostrar cuándo se necesita el medicamento o si es necesario tomar otra medida.
  • Los valores de flujo máximo de 50% a 80% de los mejores resultados son un signo de un ataque de asma moderado. Mientras que los valores por debajo de 50% son un signo de un ataque grave.

Expectativas (pronóstico)

No existe cura para el asma, aunque los síntomas algunas veces disminuyen con el tiempo. La mayoría de las personas pueden llevar una vida normal con automanejo y tratamiento médico apropiado.

Posibles complicaciones

Las complicaciones del asma pueden ser severas. Algunas son:
  • Muerte
  • Disminución de la capacidad para hacer ejercicio y tomar parte en otras actividades
  • Falta de sueño debido a síntomas nocturnos
  • Cambios permanentes en la función pulmonar
  • Tos persistente
  • Dificultad para respirar que requiere asistencia respiratoria (respirador)

Cuándo contactar a un profesional médico

Solicite una cita con su proveedor si se presentan síntomas de asma.
Llame a su proveedor o acuda a la sala de emergencias si:
  • Un ataque requiere más medicamento de lo recomendado.
  • Los síntomas empeoran o no mejoran con el tratamiento.
  • Se presenta dificultad respiratoria al hablar.
  • La medición del flujo máximo es de 50 a 80% de la mejor medición personal.
Acuda a la sala de emergencias si se presentan los siguientes síntomas:
  • Somnolencia o confusión
  • Dificultad grave para respirar en reposo
  • Medición del flujo máximo menor de 50% de la mejor medición personal.
  • Dolor torácico intenso
  • Coloración azulada de los labios y la cara
  • Dificultad respiratoria extrema
  • Pulso rápido
  • Ansiedad intensa debido a la dificultad respiratoria

Prevención

Los síntomas de asma se pueden reducir evitando los desencadenantes y las sustancias que irritan las vías respiratorias.
  • Cubra las camas con fundas "a prueba de alergias" para reducir la exposición a los ácaros del polvo.
  • Quite los tapetes de las alcobas y aspire regularmente.
  • Use solo detergentes y materiales de limpieza sin fragancia en el hogar.
  • Mantenga los niveles de humedad bajos y arregle las fugas para reducir la proliferación de organismos como el moho.
  • Mantenga la casa limpia y conserve los alimentos en recipientes y fuera de los dormitorios. Esto ayuda a reducir la probabilidad de cucarachas. Las partes del cuerpo de las cucarachas, así como sus deposiciones pueden desencadenar ataques de asma en algunas personas.
  • Si una persona es alérgica a un animal que no se puede sacar de la casa, este debe mantenerse fuera de la alcoba. En las salidas de la calefacción, coloque un material de filtro para atrapar la caspa animal. Cambie los filtros en los calentadores y aires acondicionados a menudo.
  • Elimine de la casa el humo del tabaco. Esta es la medida más importante que una familia puede tomar para ayudar a alguien que tenga asma. Fumar fuera de la casa no es suficiente. Los miembros de la familia y los visitantes que fuman afuera transportan residuos del humo del tabaco hacia adentro en sus ropas y cabello. Esto puede desencadenar síntomas de asma. Si usted fuma, este es un buen momento para dejarlo.
  • Evite la contaminación atmosférica, el polvo industrial y otros vapores irritantes tanto como sea posible.
BIBLIOGRAFÍAShttps://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000141.htm 
LEUCEMIA AGUDA

La leucemia es un cáncer de los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos ayudan a su organismo a combatir las infecciones. Las células sanguíneas se forman en la médula ósea. Sin embargo, en la leucemia la médula ósea produce glóbulos blancos anormales. Estas células reemplazan a las células sanguíneas sanas y dificultan que la sangre cumpla su función. En la leucemia linfocítica aguda, también llamada leucemia linfoblástica aguda, hay demasiados glóbulos blancos de un tipo específico llamados linfocitos o linfoblastos. Esta leucemia es el cáncer más común en niños.

Los posibles factores de riesgo para la leucemia linfocítica aguda incluyen ser hombre, ser blanco, tratamiento previo con quimioterapia, exposición a radiación y, para los adultos, tener más de 70 años.
Los síntomas incluyen:
  • Debilidad o cansancio
  • Fiebre
  • Fácil aparición de moretones o sangrado
  • Sangrado debajo de la piel
  • Dificultad para respirar
  • Pérdida de peso o pérdida del apetito
  • Dolor en los huesos o en el estómago
  • Dolor o sensación de llenura debajo de las costillas
  • Protuberancias indoloras en el cuello, las axilas, el estómago o la ingle
Los otros tipos de cáncer que se inician en los linfocitos se denominan linfomas (linfoma no Hodgkin o enfermedad de Hodgkin). La principal diferencia entre estos tipos de cáncer es que las leucemias como la ALL afectan principalmente a la médula ósea y la sangre, y se puede propagar a otras partes del cuerpo, mientras que los linfomas afectan principalmente a los ganglios linfáticos u otros órganos, aunque pueden afectar la médula ósea. Algunas veces, cuando se diagnostica por primera vez el cáncer, se encuentran linfocitos cancerosos tanto en la médula ósea como en los ganglios linfáticos, y esto dificulta saber si se trata de leucemia o de linfoma. Si más del 25% de la médula ósea es reemplazada por linfocitos cancerosos, usualmente la enfermedad se considera una leucemia. También es importante el tamaño de los ganglios linfáticos. Cuanto más grandes sean, existen más probabilidades de que la enfermedad se considere un linfoma. Si desea más información sobre los linfomas, consulte nuestros documentos Linfoma no Hodgkin y Enfermedad de Hodgkin.
Hay de hecho muchos tipos de leucemia que se diferencia según los tipos de células de donde se originan, cuán rápidamente crecen, qué personas afectan, y cómo son tratadas. Para entender la leucemia, ayuda saber sobre los sistemas sanguíneo y linfático.

Médula ósea, sangre y tejido linfático normales

Médula ósea

La médula ósea es la porción suave interior de algunos huesos como el cráneo, los omóplatos, las costillas, la pelvis y los huesos en la columna vertebral. La médula ósea consiste en un pequeño número de células madre sanguíneas, células productoras de sangre más maduras, células adiposas y tejidos de apoyo que ayudan al crecimiento celular.
Las células madre sanguíneas experimentan una serie de cambios para producir nuevas células sanguíneas. Durante este proceso, las células se desarrollan en uno de los tres principales tipos de células sanguíneas:
  • Glóbulos rojos
  • Plaquetas
  • Glóbulos blancos (que incluye linfocitos, granulocitos y monocitos)

Glóbulos rojos

Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones a todos los demás tejidos del cuerpo, y llevan el dióxido de carbono hasta los pulmones para su eliminación.

Plaquetas

Las plaquetas en realidad son fragmentos celulares producidos por un tipo de célula de la médula ósea que se llama un megacariocito. Las plaquetas son importantes para tapar los orificios de los vasos sanguíneos causados por cortaduras y hematomas.

Glóbulos blancos

Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a combatir las infecciones.
Linfocitos
Los linfocitos son las principales células que forman el tejido linfático, que es una parte importante del sistema inmunológico. El tejido linfático se encuentra en los ganglios linfáticos, el timo, el bazo, las amígdalas y las glándulas adenoides, y se encuentra diseminado a través de los sistemas digestivo y respiratorio y la médula ósea.
Los linfocitos se desarrollan a partir de células llamadas linfoblastos hasta convertirse en células maduras que combaten las infecciones. Existen dos tipos principales de linfocitos, denominados linfocitos B (células B) y linfocitos T (células T).
  • Los linfocitos B: los linfocitos B protegen al cuerpo contra gérmenes invasores al madurar para formar células plasmáticas, que producen proteínas llamadas anticuerpos. Los anticuerpos se adhieren a los gérmenes (bacteria, virus y hongos), lo que ayuda al sistema inmunológico a destruirlos.
  • Los linfocitos T: existen varios tipos de células T, cada una de ellas con una función especial. Algunas células T pueden destruir directamente a gérmenes, mientras otras desempeñan una función al reforzar o desacelerar las actividades de otras células del sistema inmunológico.
La leucemia linfocítica aguda (ALL) se origina en las primeras etapas de los linfocitos. Se puede originar en células B o T tempranas en diferentes etapas de madurez. Esto se discute en la sección “ ¿Cómo se clasifica la leucemia linfocítica aguda?”.
Granulocitos
Los granulocitos son glóbulos blancos que tienen gránulos, que son manchas que se pueden ver a través del microscopio. Estos gránulos contienen enzimas y otras sustancias que pueden destruir gérmenes como las bacterias. Los tres tipos de granulocitos, neutrófilos, basófilos eosinófilos, se distinguen por el tamaño y el color de los gránulos.
Monocitos
Estos glóbulos blancos, que están relacionados con los granulocitos, también ayudan a proteger al cuerpo contra las bacterias. Después de circular en el torrente sanguíneo por aproximadamente un día, los monocitos ingresan en los tejidos corporales para convertirse en macrófagos, que pueden destruir algunos gérmenes rodeándolos y digiriéndolos.

Desarrollo de la leucemia

Cualquier tipo de célula productora de sangre en etapa temprana de la médula ósea puede convertirse en una célula leucémica. Una vez que ocurre este cambio, las células leucémicas no madurarán normalmente. Las células leucémicas se podrían reproducir rápidamente, y podrían no morir cuando deberían hacerlo, sino que sobreviven y se acumulan en la médula ósea. Con el paso del tiempo, estas células entran en el torrente sanguíneo y se propagan a otros órganos, en donde pueden evitar el funcionamiento normal de otras células.

Tipos de leucemia

Existen cuatro tipos principales de leucemia:

Leucemia aguda versus leucemia crónica

El primer factor al clasificar la leucemia es si la mayoría de las células anormales son maduras (parecen glóbulos blancos normales) o inmaduras (más bien parecen células madre).
Leucemia aguda: en la leucemia aguda, las células de la médula ósea no pueden madurar apropiadamente. Las células leucémicas inmaduras continúan reproduciéndose y acumulándose. Sin tratamiento, la mayoría de las personas con leucemia aguda vivirían sólo unos meses. Algunos tipos de leucemia aguda responden bien al tratamiento, y muchos pacientes se pueden curar. Otros tipos de leucemia aguda tienen una perspectiva menos favorable.
Leucemia crónica: en la leucemia crónica, las células pueden madurar parcialmente, pero no por completo. Estas células pueden lucir bastante normales, pero usualmente no combaten las infecciones tan bien como los glóbulos blancos normales. También viven por más tiempo, se acumulan y desplazan a las células normales. La leucemia crónica tiende a progresar por un periodo de tiempo más prolongado, y la mayoría de las personas puede vivir por muchos años. Sin embargo, las leucemias crónicas son generalmente más difíciles de curar que las leucemias agudas.

Leucemia mieloide versus leucemia linfocítica

El segundo factor para clasificar la leucemia es el tipo de células de la médula ósea que están afectadas.
Leucemia mieloide: las leucemias que se inician en las células mieloides más jóvenes (las células que producen los glóbulos blancos [que no sean linfocitos], glóbulos rojos o células productoras de plaquetas (megacariocitos), son leucemias mieloides (también conocida como leucemia mielocítica, mielógena o no linfocítica).
Leucemia linfocítica: las leucemias que se originan en las etapas inmaduras de los linfocitos se llaman leucemias linfocíticas (también conocidas como leucemias linfoides linfoblásticas).
El resto de este documento se concentra en la leucemia linfocítica aguda (ALL) en los adultos. Si desea información sobre la ALL en niños, consulte el documento Leucemia en niños. Las leucemias crónicas y la leucemia mieloide aguda en los adultos se tratan en otros documentos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer.
Después de diagnosticar y clasificar el cáncer, el equipo que atiende su cáncer hablará de las opciones de tratamiento con usted. La elección de un plan de tratamiento es una decisión importante, por lo que es importante que tome su tiempo para analizar sus opciones. Las opciones de tratamiento de cada paciente se basan en el subtipo de leucemia y en ciertas características del pronóstico (que se describen en la sección “ ¿Cómo se clasifica la leucemia linfocítica aguda?”).
Los tipos principales de tratamiento para ALL son:
Se pueden usar otros tratamientos, tal como cirugía y radioterapia, o anticuerpos monoclonales en circunstancias especiales.
Usualmente el tratamiento de ALL dura aproximadamente 2 años. A menudo el tratamiento es intenso, especialmente en los primeros meses del tratamiento. Por lo tanto, resulta importante que se le brinde tratamiento en un centro que tenga experiencia con esta enfermedad.
Puede que usted tenga diferentes tipos de médicos en su equipo de tratamiento. El médico a cargo de su equipo probablemente será un hematólogo, un médico especialista en tratar trastornos sanguíneos, incluyendo leucemia. Puede que muchos otros especialistas formen parte de su atención, incluyendo enfermeras practicantes, enfermeras, especialistas en nutrición, trabajadores sociales, y otros profesionales de la salud.
Es importante hablar con el médico sobre todas sus opciones de tratamiento, incluyendo sus objetivos y posibles efectos secundarios, para ayudarle a tomar la decisión que mejor se ajuste a sus necesidades. También es importante que haga preguntas si hay algo que no entiende bien. Usted puede encontrar algunas buenas preguntas en la sección, “¿Qué debe preguntar a su médico sobre la leucemia linfocítica aguda?”.
Por lo general, el tratamiento para ALL necesita comenzarse poco tiempo después del diagnóstico, aunque a menudo es una buena idea buscar una segunda opinión si el tiempo lo permite. Una segunda opinión puede suministrarle más información y puede ayudarle a sentirse más a gusto con el plan de tratamiento elegido.
BIBLIOGRAFÍA: 
https://www.cancer.org/es/cancer/leucemia-linfocitica-aguda/tratamiento.html
https://medlineplus.gov/spanish/acutelymphocyticleukemia.html
https://www.cancer.org/es/cancer/leucemia-linfocitica-aguda/acerca/que-es-leucemia-linfocitica-aguda.html